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Texto encargado para la exposición Reuse Aloud [Reutilizar en voz alta], Newcastle. 24 de enero de 2013.

El marco de la cultura: Remezclas en música, arte y literatura
por Eduardo Navas

Introducción
Vivimos en tiempos en que la conciencia de reciclar cosas materiales e inmateriales se da casi por sentada. Digo casi porque veremos en el análisis que sigue el potencial del reciclaje como acto creativo, al que nos referiremos en el sentido de remezcla, está en constante fricción con la producción cultural. Por lo tanto, el propósito de este ensayo es demostrar la importancia de la remezcla como una práctica digna de reconocimiento precisamente por su capacidad para desafiar las convenciones en su aceptación ambivalente de la producción estética y crítica basada en estrategias de apropiación, reciclaje y recontextualización del material.
Sólo merece reconocimiento lo que da testimonio de un logro especial que sólo se consigue luchando. Podría decirse que es un tipo de lucha que sin duda se reconoce y celebra incluso muy a menudo, (y da por supuesto para relatos románticos) que es la lucha fundamental del ser humano: la voluntad de vivir. Podemos entender aquí lucha como un término que abarca todo tipo de actividades, desde la guerra a los desastres naturales —muchos de ellos compartidos hoy en día a nivel global.
Por empezar con una hipótesis más básica, la lucha en su forma más abstracta puede consistir simplemente en una reflexión sobre el dolor de la conciencia; de cargar con el conocimiento que simplemente existimos y que, por encima de todo, haremos cualquier cosa para asegurarnos existir el mayor tiempo posible. Muchos estamos dispuestos a encontrar formas de prolongar nuestras vidas antes de expirar el último aliento. Es cierto que otros lucharán por dejar este mundo tan pronto sea posible; en tal caso, la lucha puede consistir en suicidarse. Hacemos esta breve reflexión sobre la lucha como preocupación humanística porque la estamos aplicando cuidadosamente a todo lo que producimos. Es un ingrediente importante en lo que podríamos llamar progreso. Aunque pueda sonar romántico, los seres humanos tienden a luchar para ser mejores; sea lo que sea lo que eso significa. Y como nos hemos convertido en una sociedad global compleja, somos capaces de extender nuestra lucha en y a través de los medios de comunicación.
Sabemos perfectamente, desde hace un tiempo, que estamos pasando por una lucha bien definida en la producción de medios de comunicación, en la cual el acto de remezclar ha demostrado ser el más fundamental. Este ensayo pretende por consiguiente valorar la remezcla de alguna forma como un acto de lucha. Pero este análisis no habla solamente de la remezcla sino también de su relación con la música, el arte y la literatura. Unir estas tres áreas culturales convierte este análisis en algo bastante complejo porque tenemos que lidiar con dos cosas que son un desafío para las culturas (por lo menos las culturas que se consideran parte de la globalización), que es participar en el acto de reutilizar, reciclar, redireccionar material (remezclar) que históricamente se ha validado superficialmente con la idea de lo original. El concepto de originalidad contribuyó al establecimiento de la literatura, un campo creativo que, a día de hoy, mantiene una posición privilegiada en comparación con el arte y la música —y especialmente en cuanto al concepto básico de remezcla; este punto de vista todavía predomina en la cultura mayoritaria; y es por supuesto la cultura de la remezcla la que está intentando de desacreditar tal posición.
En resumen, este ensayo es un análisis del reciclaje de conceptos e ideas en relación con las formas materiales. Es una evaluación de cómo un objeto o tipo de producción puede consistir a veces en citas o referencias a una producción anterior, o ser directamente una composición que hace evidente cómo material preexistente está presente en o es el contenido de una nueva forma en términos de apropiación. Este texto trata de una lucha cultural que tiene a su disposición herramientas sin precedentes, que son sin embargo una espada de doble filo. Y es esta espada que debemos aprender a manejar para no hacernos heridas nosotros mismo. Llamo a esta espada “el marco de la cultura”.

El marco de la cultura es una espada de doble filo
Para poder entender la remezcla en la música, el arte y la literatura debemos comprender antes cómo actúa la producción cultural. El marco de la cultura hace posible el acto de remezclar. Este marco consta de dos capas que funcionan en un circuito de retroalimentación. La primera capa surte efecto cuando algo se introduce en la cultura; tal elemento probablemente será diferente de lo que comúnmente se comprende, y por lo tanto se requiere tiempo para su asimilación. La segunda capa surte efecto cuando lo que se introduce alcanza valor cultural y es apropiado o recompuesto para introducirse en la cultura. La primera capa privilegia la investigación y desarrollo. La práctica creativa funciona en todas las artes en la segunda capa, que es la razón por la que a menudo su producción consiste en la apropiación, o al menos en citar material con un valor cultural predefinido. Las dos capas existen desde el propio nacimiento de la cultura, pero su relación ha cambiado con la creciente eficiencia en la producción y comunicación debido al auge de la informática. Antes de valorar las consecuencias de este cambio en la creatividad y la producción crítica contemporánea, debemos entender la relación entre las capas.



Figura 1:Marco antes de la modernidad, Diagrama: Eduardo Navas

Algunos ejemplos del pasado incluyen la cámara fotográfica, el fonógrafo y más recientemente, el ordenador. Todos estos ejemplos no eran "originales" pero sí un cambio radical debido a la combinación de varias ideas para crear una tecnología específica que en su primera aparición la gente tuvo que negociar para sus vidas. [1] Estos son ejemplos bastante modernos, que sólo fueron posibles una vez que el circuito entre las dos capas fuese lo suficientemente fluido para retroalimentar a un ritmo que convirtiese la investigación y el desarrollo en un esfuerzo en el que realmente valiese la pena invertir capital; pero esto no fue siempre el caso.
Antes , las dos capas estaban separadas o había por lo menos un gran desfase de comunicación entre ellos. [Fig. 1] Cuando pensamos en antes de la Ilustración, podemos ver cómo la producción de nuevas formas y tecnologías tardaba mucho más tiempo en desarrollarse que en nuestro tiempo. Esto se debía a las limitaciones materiales junto con las creencias sociales que condujeron a ciertos comportamientos y actitudes hacia el mundo.


Figura 2: Marco durante la modernidad, diagrama: Eduardo Navas


La religión jugó sin duda un papel importante en cómo hemos visto el mundo. Antes de la Ilustración, la gente se acercaba a naturaleza como algo en lo cual vivir, en parte porque la naturaleza se veía como una creación de Dios, y por lo tanto había que tener respeto y vivir como parte de ella. Pero con la Ilustración, la creencia en la manipulación de la naturaleza para las necesidades humanas se apoderó de la cultura occidental. [2] Esta premisa permitió a los seres humanos impulsar la innovación tal como la entendemos actualmente. Una vez que los seres humanos se sintieron libres de moldear y dar forma a todas las cosas, desde la naturaleza a las ideas en aras de intereses ideológicos particulares, entramos en una nueva etapa en la que la velocidad de la innovación se convierte en la fuerza impulsora de lo que conocemos ahora como M odernidad. [Fig. 2] Podría decirse que un resultado reciente de esta actitud de someter la naturaleza a nuestros deseos es el calentamiento global, y que está creando efectos, desde huracanes en el hemisferio norte a la desaparición de los glaciares en la Antártida y el Polo Norte.



Figura 3: Marco durante la postmodernidad, diagrama: Eduardo Navas


En el transcurso de la Modernidad, la eficiencia de la producción condujo a un ciclo de retroalimentación aún más eficiente, que fue captada por los críticos culturales que se llegaron a asociar con el período posmoderno. [Fig. 3] En este caso, el ciclo de retroalimentación no es sólo más eficiente sino empieza a superponerse, aunque con cierto retraso. La relación entre las dos capas comienza a ser evidente para los críticos culturales y el cuestionamiento de términos tales como la originalidad, la singularidad y el concepto de progreso en sí mismo se convirtieron en temas comunes en debates intelectuales.


Figura 4: El marco durante los tiempos de las redes, diagrama: Eduardo Navas


Todo esto significa que las capas comienzan a compartir intereses que conllevan al acercamiento crítico establecido de lo M oderno y lo P ostmoderno hacia una posición diferente. Una posición sobre la que ahora necesitamos reflexionar. La eficiencia del circuito se intensificó cuando entramos en nuestra era y, actualmente, se superponen casi las dos capas . [Figura 4] El resultado es una relación estable entre ella s que coloca el marco de la cultura en un circuito optimizado; el material se recicla, conduciendo a la producción eficiente que depende totalmente de la comunicación constante. Esta última tendencia se entiende mejor en términos populares bajo el concepto de constante actualización. Tal como twittear es relevante porque las personas twittean sin cesar, las dos capas han alcanzado un ritmo frenético que las reposiciona en un estado de producción sin fin.
Podemos imaginar nuestro momento actual como si fuese la fiesta  de nuestros sueños con un DJ, cuyo reto es mantener el ritmo perfecto durante horas, cuya obsesión es hacer una mezcla completa de múltiples canciones como si fuese una composición única, en la que los que bailan pueden entregarse físicamente sin ningún otro objetivo que sentir el ritmo. El circuito perfecto de mezcla de ritmos sirve como metáfora asequible para explicar el tipo de energía productiva entre las dos capas del marco de la cultura que parecen ser una debido a la eficacia actual del marco.

Las dos capas y la producción material
Cuando las dos capas no trabajaban tan estrechamente [Figs. 1 & 2], había un poco de espacio para la reflexión crítica durante el proceso. Esto permitió a las ciencias duras, una vez que entramos en la Ilustración, a estar legitimadas para alegar que la investigación no siempre se hace sabiendo si será útil para metas prácticas en el día a día. El propósito principal de la ciencia era en este caso entender cómo funcionaban las cosas. Esto significó que la ciencia fue estratégicamente despolitizada y hoy en día es posible escuchar a un científico explicando una teoría o una tecnología emergente que claramente tiene implicaciones políticas y económicas, pero alegando deliberadamente neutralidad en cuanto a cómo estas cosas influyen en nuestra cultura cuando están listas para ser introducidas a través de los medios de comunicación. Un ejemplo muy común son estadistas que explican los resultados de las encuestas pero cuid ándose de no hacer comentarios sobre las implicaciones de tales informes durante entrevistas en televisión. Suelen insistir a menudo en que el proceso es totalmente imparcial y por lo tanto cumple con los estándares científicos. [3]

El marco de la cultura: Música, Arte y Literatura
Los actos creativos en la música, el arte y la literatura funcionan, tal como se decía antes, en la segunda capa del marco de la cultura. Estos actos consisten en apropiarse de algo de valor cultural para crear significado. Esta necesidad se ha asociado durante mucho tiempo con la intertextualidad.
Intertextualidad es en la tradición literaria el acto de incrustar un texto dentro de otro texto, una remezcla conceptual donde se citan ideas, pero no necesariamente el objeto material o la instanciación concreta (que es lo que logra el acto de la remezcla en la composición real de contenido). Un trabajo intertextual es, en definitiva, una mezcla literaria (una yuxtaposición directa) de conceptos. [4] La intertextualidad se hace patente de dos maneras, que también se pueden combinar en cualquier producción creativa; la primera es la cita cultural y la segunda es la mezcla de material.
La cita cultural, que podemos entender como el fundamento de la intertextualidad, es mucho más difícil de rastrear que la mezcla de material porque a veces puede ser una idea abstracta o una hipótesis que se está reciclando. Si la manera en que se presenta la idea es suficientemente diferente, se considera una creación independiente e incluso innovadora. Una influencia intertextual puede ser aún así innegable bajo tales circunstancias. La cita cultural se encuentra por lo común en la literatura: El Ulises de James Joyce se supone que " toma por prestado" o "se inspira " en parte en la Odisea de Homero. En el cine, se ha criticado a menudo a Quentin Tarantino por recrear escenas de clásicos del cine con sus propios personajes. Kill Bill es considerada su "tesis magistral", según Kirby Ferguson. [5] Tanto en la obra de Joyce como la de Tarantino se desvela el proceso de apropiación de los autores si uno lo encuentra. Nuestro compromiso con sus obras hace evidente que lo que vivimos no es suyo sino prestado. El proceso intertextual (cita cultural) convierte las obras en estos casos en importantes contribuciones a nuestra cultura.
La mezcla de material consiste en usar partes de una fuente y reasignarlas según sus propios intereses. Las remezclas de música funcionan de esta manera. Gran parte de la producción del primer hip-hop se basó en la mezcla de material y tuvo pronto problemas con los titulares de derechos de autor; los productores de hip-hop fueron amonestados con demandas. Ahora está cambiando la actitud de las discográficas, pero sigue siendo muy difícil hacer mezclas para una producción internacional importante y oficial si no tienes grandes presupuestos.
Se puede entender cómo funciona la mezcla de materiales en las dos capas mirando hacia atrás en la historia de la fotografía y las artes visuales. La primera capa es evidente en la fotografía temprana, particularmente en los daguerrotipos. Este tipo de imágenes, especialmente las primeras, no se desarrollaron como comentario sobre algo específico. Su propósito era sobre todo experimental. Eran pruebas para grabar luz en una superficie durante largos períodos de exposición. Pero una vez que este proceso se optimizó y fue lo suficientemente eficiente para ser utilizado por muchas personas, se produjeron una gran cantidad de imágenes. El collage, y particularmente el fotomontaje, se convirtieron alrededor de la década de 1920 en una forma válida de producción por artistas de vanguardia. El fotomontaje, al contrario de la primera fotografía experimental, funciona en la segunda capa del marco de la cultura. Comentar material preexistente se convirtió en su función primordial y se manifiesta en el reconocimiento de sus elementos dispares.
Está claro que la literatura exploró inicialmente principios de remezcla en el sentido de cita cultural, aunque a diferencia de lo que por lo general se entiende bajo remezcla en música, se basa casi siempre en hacer referencia a ideas. Y el acto de remezclar, tal como se suele celebrar en festivales de remezcla en todo mundo, consta de la mezcla de material específico muy relacionado con el tipo de material que se combina en largas tiras de fotomontaje. Remezclar en la música, el arte y la literatura son estados intermedios. El acto creativo de apropiación en estos medios se basa en la recombinación o recontextualización de material que ya tiene valor cultural para enfatizar dicho valor en forma de comentario o exploración estética. Ambos, incluso cuando coinciden con las diferentes estrategias de referencia, dependen de elementos que se entienden bien o que tienen alguna validez cultural.
Todo esto sucede en la segunda capa. Lo que ocurre en la primera capa ¾la capa de la ciencia¾ depende también del material preexistente que obviamente se recicla de alguna forma para desarrollar algo que parece ser nuevo. Pero la diferencia es que esto sucede con una actitud proactiva de acción, es decir, no se trata de versar sobre las implicaciones culturales de lo que está siendo desarrollado, sino en cómo desarrollar algo que puede ayudar a evaluar ciertas implicaciones culturales. Un investigador  o un científico que funciona principalmente en la primera capa, se centra luego en un problema que es compartido por muchos con diferentes intereses, y trata de desarrollar una herramienta, un dispositivo, una tecnología -es decir, una solución- con el objetivo de ayudar a resolver, o al menos centrar un problema.

El circuito de retroalimentación, investigación y cultura
Vivimos en una época en la que investigación y desarrollo están estrechamente vinculados a la creatividad en términos de remezcla que hemos examinado hasta ahora. Las instituciones de investigación han estado desarrollando en este sentido programas que fomentan el cruce entre las artes y las ciencias duras. El concepto de humanidades digitales, y dentro del análisis cultural, prospera en la superposición de las dos capas.
Los humanistas digitales, por lo menos algunos de ellos, trabajan como desarrolladores de nuevas formas de análisis. Su objetivo es colaborar en nuevas herramientas de investigación dependiendo de las posibilidades que ofrece la informática. Estos humanistas no pueden tomar una posición crítica en particular pero dar nuevas herramientas para el uso de otros humanistas. Las humanidades digitales son sólo un ejemplo; se supone que cuando nacieron los nuevos medios de comunicación, funcionó de manera similar. Y antes de los nuevos medios de comunicación hubo gran innovación en la música, cuando las mezclas en el ordenador entraron en la composición musical de estudio durante la postproducción. Esta forma de actuar es ahora una actitud compartida en la informática, siendo patente en los mandos básicos de cortar/copiar; seguramente la manera más común de combinar en la vida cotidiana.
En la actualidad somos capaces de producir en ambas capas del marco de la cultura con gran eficacia. Esto significa que ha llegado el momento en el que al remezclar material, en el sentido común de mezcla de material, se produce casi tan rápido como se habla. El resultado es que somos conscientes de cómo reciclamos ideas, información y la producción de material. La consecuencia es la materialización de lo inmaterial —que se hace patente en la medición meticulosa del flujo de ideas incrustadas en diversas formas que tienen el potencial para remezclarse en música, arte y literatura como tipos de crítica y producción creativa y desarrollarse en la segunda capa; el desafío sigue siendo llevar la primera capa a ser más transparente y admitir su relación con la política de la cultura.

[1] Esta idea se resume por Kirby Ferguson en su serie de cortometrajes, “Everything is a Remix” ["Todo es una Remezcla"]
http://www.everythingisaremix.info/watch-the-series/, visitada el 20 de agosto de 2012.
[2] Esto es una noción que común en la historia de la ciencia. Para un libro muy básico véase Peter Dear, Revolutionizing the Sciences: European Knowledge and Its Ambitions, 1500-1700 (New Jersey: Princeton University Press, 2001).
[3] Durante las elecciones presidenciales de 2012 en Estados Unidos, Nate Silver destacó analista de sondeos.  Con frecuencia fue entrevistado en distintos canales de noticias para explicar cómo y por qué son importantes los sondeos estadísticos.
[4] Véase mi texto http://remixtheory.net/?p=444
[5] Véase el final de los cortometrajes de Kirby Ferguson “Everthing Is a Remix, Part 2”: http://www.everythingisaremix.info/everything-is-a-remix-part-2/